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domingo, 28 de febrero de 2016

El asombro

El viernes pasado continuamos trabajando la inteligencia emocional a través del Emocionario.

Ya son muchos niños de mi aula los que tienen el Emocionario, así que cada vez es más fácil que haya algún niño que lo "adivine".

De todos modos, la imagen relacionada con la emoción de esta semana era muy fácil. Un tigre se quedaba muy sorprendido, en este caso asombrado, al ver su reflejo en el agua. Hicimos un símil en clase con el Patito Feo, aquel patito que se vio reflejado en el agua y realmente el reflejo era otro muy distinto al que él imaginaba.



El Emocionario nos indica que experimentamos asombro cuando algo que creíamos imposible demuestra ser cierto.
El asombro nos dice que el mundo es un lugar por descubrir, que hay espacio para lo desconocido, para la magia. Nos indica que estamos rodeados de personas y cosas fascinantes.

¿De dónde viene el asombro?

El asombro viene de la inocencia y de la curiosidad. Cuando te asombras, primero crees que algo no es posible. Luego, ves que es cierto y te sientes maravillado. Entonces, te preguntas: "¿Cómo puede ser?


¿Cuándo se han asombrado mis alumnos?

Siendo niño es muy fácil asombrarse. Los niños tienen a su alrededor un mundo maravilloso por descubrir y además, se sienten fascinados por la magia, sólo hacer falta ver el brillo de ilusión en sus ojos.

Sergio se queda asombrado cuando se mira al espejo después de que su mamá le haya peinado y el se ve muy guapo. 

Alba se asombró el día que estaba en su piscina y se vio reflejada en el agua.

David G. se asombró de una manera muy tierna.  Nos contó que se sorprendió el día que fue al hospital y vio a Teresa por primera vez.  Mis peques van descubriendo muchos sentimientos  en su interior y comparten con todos nosotros cosas maravillosas. Realmente me emociona cuando nos cuentan cosas tan bonitas como ésta.

Vega se asombró cuando era muy pequeña y se vio por primera vez en el espejo. Con ella coinciden varios niños también, Álvaro, Beltrán L. Carolina y Lidia.

Marta se asombró cuando un día se vio reflejada en el cristal de un coche.

Mario se asombra cada vez que ve un arcoiris.

Jonatan se asombró un día que estaba comiendo y se reflejó en la cuchara y estaba boca abajo.

Alma nos ha contado que ella se quedó muy asombrada un día que un perro se acercó a ella y le chupó la mano.

Lucas cuando fue a casa de su padre se quedó muy asombrado porque le había comprado un transformer.

Diego se asombró el día que rebuscando por su casa encontró una consola antigua "la sega" y le gustó un montón.

Miguel se asombró el día que vio con Mario un arcoiris.

Alicia se sorprendió cuando era pequeña y vio a su padre vestido de verde. Por cierto Alicia, un verde precioso que me encanta.

Y vosotros, ¿aún os asombráis con frecuencia?


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