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lunes, 7 de noviembre de 2016

Atrévete a soñar

El curso pasado terminé despidiéndome de mis alumnos con una frase que decía así: "Persigue tus sueños, ellos saben el camino".

Hoy recuerdo esa frase para dar la bienvenida a un nuevo proyecto: "Atrévete a soñar".



A través de este proyecto los niños, vivirán una larga y maravillosa aventura para descubrir su gran sueño, aquel que deberán cuidar y alimentar cada día hasta poder hacerlo realidad.

Para la realización de este proyecto utilizaré el libro "Manual para soñar" de la editorial Palabras Aladas y un cuadernillo, adaptado del que la editorial ofrece, que cada uno de los alumnos deberá trabajar, semana a semana, de forma individual, y que les servirá de guía para identificar y cumplir sus sueños, sean cuáles sean. En este bonito empeño, el protagonista será cada uno de los niños, pero no estarán solos, les acompañarán 28 personajes reales, que durante la infancia, tuvieron su sueño y consiguieron alcanzarlo.

Este proyecto consta de 5 bloques:




Así que... abrid bien los ojos y disfrutad de vuestros sueños. ¡¡¡Comenzamos!!!

El primer punto de partida es conocer qué entienden los niños por sueño, así que les pregunté:


¿Qué es para vosotros un sueño?

Juan F. nos dijo que un sueño es "una imaginación nuestra que vemos por el día, después nuestro subconsciente nos lo manda al cerebro cuando estamos durmiendo".

Alicia nos dijo que un sueño para ella es lo que quiere ser de mayor.

Aunque la definición de Juan F. está muy bien, pero que muy muy bien, en este proyecto abordaremos el sueño que nos intenta explicar Alicia, es decir, las metas y las aspiraciones de cada uno.


¿Cuáles son los sueños de mis alumnos?

Alba: tener un perro de mayor.

Sara: montar a caballo.

Mario: el reloj yokai.

Laura: tener los bunchems (un juego muy divertido de construcciones).

Sergio: ser Presidente del Gobierno.

Cristina: ser médico.

David G.: ser policía para poder denunciar.

Beltrán L.: ser el Rey de España.

Silvia: ser matrona.

Paula: ser profesora.

Diego: ser arqueólogo y programador de videojuegos y Play Station.

Vega: ser profesora.

Lidia: recibir el regalo de cumpleaños de su tía, que le ha asegurado que va a ser muy grande.

Alicia: ser diseñadora de moda.

Beltrán P.: ser arqueólogo.

David P.: futbolista.

Juan F.: que le traigan el pokemon Sol.

Manuel: ser camionero.

Álvaro: ser entrenador de fútbol.

Lucas: ser militar.

Irene: ser profesora.

Marta: ser profesora de Primaria.

Adrián: sueña con ser un mando de la Guardia Civil.

Miguel: ser atleta.


Después, les conté un cuento conocido por todos, La lechera.

Con este cuento quiero que mis alumnos sean conscientes de que, aunque se puede soñar muy alto, es necesario tener siempre los pies en la tierra y disfrutar del momento presente hasta que llegue el día en el que ese ansiado sueño forme parte de su vida.




Había una vez una niña que vivía con sus padres en una granja. Era una buena chica que ayudaba en las tareas de la casa y se ocupaba de colaborar en el cuidado de los animales.

Un día, su madre le dijo:
- Hija mía, esta mañana las vacas han dado mucha leche y yo no me encuentro muy bien. Tengo fiebre y no me apetece salir de casa. Ya eres mayorcita, así que hoy irás tú a vender la leche al mercado. ¿Crees que podrás hacerlo?
La niña, que era muy servicial y responsable, contentó a su mamá:
- Claro, mami, yo iré para que tú descanses.
La buena mujer, viendo que su hija era tan dispuesta, le dio un beso en la mejilla y le prometió que todo el dinero que recaudara sería para ella.
¡Qué contenta se puso! Cogió el cántaro lleno de leche recién ordenada y salió de la granja tomando el camino más corto hacia el pueblo.
Iba a paso ligero y su mente no dejaba de trabajar. No hacía más que darle vueltas a cómo invertiría las monedas que iba a conseguir con la venta de la leche.
- ¡Ya sé lo que haré! - se decía a sí misma - Con las monedas que me den por la leche, voy a comprar una docena de huevos; los llevaré a la granja, mis gallinas los incubarán, y cuando nazcan los doce pollitos, los cambia´re por un hermoso lechón. Una vez criado será un cerdo enorme.
Entonces regresaré al mercado y lo cambiaré por una ternera que cuando crezca me dará mucha leche a diario que podré vender a cambio de un montón de dinero.

La niña estaba absorta en sus pensamientos. Tal y como lo estaba planeando, la leche que llevaba en el cántaro le permitiría hacerse rica y vivir cómodamente toda la vida.

Tan ensimismada iba que se despistó y no se dio cuenta que había una piedra en medio del camino. Tropezó y ¡zas! ... La pobre niña cayó de bruces contra el suelo. Sólo se hizo unos rasguños en las rodillas pero su cántaro voló por el aire y se rompió en mil pedazos.

La leche se desparramó por todas partes y sus sueños se volatilizaron. Ya no había leche que vender y por tanto, todo había terminado.

- ¡Qué desgracia! Adiós a mis huevos, mis pollitos, mi lechón y mi ternero - se lamentaba la niña entre lágrimas - Eso me pasa por ser ambiciosa.
Con amargura, recogió los pedacitos del cántaro y regresó junto a su familia, reflexionando sobre lo que había sucedido.

MORALEJA: a veces, la ambición nos hace olvidar que lo importante es vivir y disfrutar el presente.



Comenzamos con el primer capítulo "Sueños de alas y plumas" del Primer Bloque: ¿Cuál es tu sueño? 



Algunas personas sueñan con alcanzar la Luna. Otras desean no abandonar nunca el bello rincón donde nacieron. Hay quien quiere ser artista y hay quien ama la aventura. Todas las personas son diferentes. Y cada una tiene su propio sueño.

Amelia era una niña aventurera y audaz. Trepaba a los árboles, se deslizaba en trineo... A los diez años vio un aeroplano por primera vez. Con el tiempo, su sed de aventuras se concretó: sería piloto.

Enid, en cambio, adoraba la literatura y la música. Lo que más le gustaba era escribir e inventarse mundos y aventuras. A los trece años, participó en un certamen de poesía y desde entonces no dejó escribir.

¿Consiguieron estos dos personajes su sueño?

Amelia Earhart cruzó el Atlántico pilotando un avión en 1933. Fue una de las primeras personas en hacerlo. Y ya nunca dejó de volar.

Enid Blyton escribió cientos de libros infantiles que aún hacen las delicias de los niños en decenas de idiomas.


La tarea que llevan esta semana de su cuadernillo es investigar sobre los sueños de las personas que les rodean, ¿habrá diferencias o se parecen?












2 comentarios:

  1. FELICIDADES, FELICIDADES Y FELICIDADES!!!!! VAYA TRABAJAZO REALIZAS con nuestros hijos y MUCHÍSIMAS GRACIAS....por todo, por dedicar tu tiempo en hacer este fantástico blog y transmitirnos las emociones, inquietudes, sentimientos ... de nuestro hijos cuando están contigo. MUCHÍSIMAS GRACIAS.

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  2. Muchas gracias por tus palabras, me alegro de que te guste, lo hago con muchísima ilusión. Agradecida yo a los peques ya que sin ellos todo esto no sería posible.

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