Hoy toca cerrar este curso. Un curso largo, intenso, agotador... Un curso que se presentaba complicado desde el principio.
Así iniciábamos un nuevo comienzo, el 10 de septiembre volvíamos a las aulas con mil protocolos, distancias obligadas, incertidumbres y miedos, pero sobre todo con muchísima ilusión. No queríamos ni podíamos permitirnos otro curso detrás de una pantalla.
Este curso veréis que no he publicado en el blog. He de decir que ha sido un curso bastante difícil para mí, y además, a ésto se ha añadido todo el peso de la pandemia.
Este ha sido un curso complicado en el que me he centrado en mi clase de una manera más íntima, compartiendo nuestro día a día a través de la plataforma educativa que utilizamos en el centro, de manera privada.
Además este curso ha sido muy diferente no sólo para mi, si no también para mis niños. Este curso no hemos celebrado fiestas, no ha habido excursiones, han podido disfrutar solamente de un trocito de patio asignado semanalmente sin poder relacionarse con niños de otras clases. Ellos han sabido guardar las distancias de la mejor de las maneras, al principio de manera muy pero que muy estricta, sin tocarse, sin abrazarse..., después poco a poco pudimos ir relajando un poco esas medidas dentro de nuestra "burbuja", porque necesitábamos sentirnos, tocarnos, abrazarnos y, aunque hemos aprendido a mirarnos de otra manera gracias a las dichosas mascarillas, no era suficiente para nosotros.
Y a pesar de todo eso, han venido al colegio siempre con alegría, con unas ganas inmensas de aprender… Cada día venían al cole con una sonrisa oculta reflejada en sus ojos, siendo un gran ejemplo para todos, nunca una queja, nunca una mala cara, haciéndonos a todos la situación mucho más fácil.
Hemos pasado frío, mucho frío, pero eso tampoco nos impidió convertir en normal aquello que no lo era. Han tenido pérdidas familiares, han sufrido el Covid en su propia piel y aún así han mostrado una gran valentía digna de admirar.
Hoy cerramos el curso y lo dejamos para el recuerdo, porque lo hemos superado de la mejor de las maneras. Además, este curso ha tocado también despedida, cerramos una etapa para comenzar otra, porque la vida sigue, porque debemos dejar atrás momentos y seguir viviendo nuevas aventuras.
Os echaré mucho de menos, os guardaré para siempre en mi memoria y sobre todo en mi corazón.
Hasta siempre mis niños, volad muy alto, sin miedo.
También familias os agradezco vuestro apoyo y vuestra ayuda. Familia y escuela deben ir de la mano, y vosotros lo habéis hecho muy bien.
Sin más, os dejo algunas instantáneas del día de hoy, instantáneas que siempre nos recordarán un curso largo, intenso y agotador…
Hasta siempre, nos seguiremos viendo por el cole.
