Hoy terminamos nuestra primera semana de curso. Ha sido una semana muy corta pero muy intensa, para mis niños y también para mi, porque todos los comienzos cuestan, porque todos necesitamos tiempo para adaptarnos. Pero termino mi semana sonriendo, satisfecha, orgullosa y agradecida.
Sonriendo porque me siento muy cómoda con mis alumnos, porque los conocí ayer pero parece que los conozco desde siempre.
Satisfecha porque he podido cumplir con todos los objetivos que me propuse para esta semana.
Orgullosa porque en tan solo dos días mis alumnos han cogido con ganas las nuevas rutinas, porque tengo la sensación de que muchas cosas bonitas nos esperan en este camino que ayer iniciamos.
Agradecida por trabajar en el colegio en el que fui alumna y por verme reflejada en los ojos de mis alumnos. Agradecida por mis compañeros, ¡qué suerte poder trabajar junto a ellos! Agradecida por teneros como papis de mi grupo, por permitirme, con vuestras autorizaciones, seguir construyendo este mi mundo, que a partir de ahora será también vuestro, ya que los protagonistas del mismo son vuestros hijos. Espero que lo disfrutéis tanto como yo.
Os dejo con algunas instantáneas que resumen muy bien estos dos días. ¡Nos vemos el lunes!
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