Ayer no os lo conté, sucedió cuando estábamos en clase de Lengua, mientras estábamos repasando la Unidad 1. A Diego se le cayó un diente, el incisivo central izquierdo superior.
Él, por la noche, lo colocó como siempre debajo de su almohada, y esta mañana, al despertarse.... ¡sorpresa! El ratoncito Pérez le había dejado una nota. ¿Os acordáis que el año pasado le ocurrió lo mismo? Qué suerte tiene Diego, y es que como dice él, es su amigo.
Hoy ha venido a clase tan contento, con unas ganas inmensas de enseñarnos a todos su nota. En ella, el ratoncito le decía que él confiaba en Diego y que hiciera las cosas muy bien, ya que Diego es muy capaz. Y además... se despidió dándole un beso desdentado. ¡¡¡Pero qué suerte, Diego!!!
Os dejo las instantáneas del momento.
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