Hoy, en la sesión de Religión hemos recordado qué es el día de Pentecostés, celebrado el pasado domingo 4 de junio.
La fiesta de Pentecostés nos hace revivir los inicios de la Iglesia. El libro de los Hechos de los Apóstoles narra que, cincuenta días después de la Pascua, en la casa donde se encontraban los discípulos de Jesús, "vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento (...) y todos quedaron llenos del Espíritu Santo".
De esta efusión los discípulos son transformados completamente; el miedo se cambia en coraje, la cerrazón cede el lugar al anuncio y todo duda es aplastada por la fe llena de amor.
Es el "bautismo de la Iglesia, que así comenzaba su camino en la historia, guiada por la fuerza del Espíritu Santo.
Aquel evento, que cambia el corazón y la vida de los Apóstoles y de los demás discípulos. La primera Comunidad cristiana, comienza a hablar a las muchedumbres de diversa procedencia de las grandes cosas que Dios ha hecho, es decir, de la Resurrección de Jesús, que había sido crucificado.
Como aquel día de Pentecostés, el Espíritu Santo es derramado continuamente también hoy sobre la Iglesia y sobre cada uno de nosotros para que comuniquemos al mundo entero el amor misericordioso del Señor. ¡Esta es nuestra misión!
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