martes, 27 de noviembre de 2018

¿A qué sabe la luna?

Durante esta semana seguiremos trabajando las emociones a través de los cuentos. En esta ocasión, el libro que trabajaremos será ¿A qué sabe la luna?, un álbum ilustrado precioso editado en nuestro país por la editorial Kalandraka.

Entre otras cosas, este libro nos enseña, a través de su historia, a darnos cuenta de la importancia de la cooperación para lograr un objetivo común, sin importar en absoluto cómo es cada uno de los miembros que componen un grupo.

Este cuento relata, de una forma muy tierna, como los animales querían averiguar a qué sabía la luna, pero por más que lo intentaba, por más que se esfuerzan en averiguarlo, no consiguen descubrirlo. Hasta que se dieron cuenta de que sí unos ayudaban a los otros llegarían incluso a tocar la luna. Y así fue, con sus propios cuerpos fueron construyendo una torre hasta que por fin, lograron su objetivo: saber a qué sabía la luna.

A través de sus páginas también podemos descubrir la empatía,  otro de los aspectos reflejados en este cuento, donde el sueño de cada uno de los animales les lleva a realizar algo grandioso juntos. La unión y la cohesión es esencial para lograr un objetivo común, algo que se consigue mediante el diálogo, la escucha y sobre todo la comprensión.

La solidaridad también cobra su protagonismo, da igual quién haya llegado a lo más alto, todos pueden saborear la luna, porque lo importante no es llegar, sino poder compartir la alegría de la meta con los demás.

Pero además, este cuento  no acaba con una moraleja simplona, sino que cierra con una bonita pregunta sobre las diferentes perspectivas de cómo vemos el mundo, reflejando así la diversidad de pensamientos y de acciones de los humanos.







sábado, 24 de noviembre de 2018

La libertad

En nuestra sesión semanal del Proyecto Amar, hemos trabajado una cualidad muy importante del amor, la libertad.




La libertad es la facultad y el derecho que tienen las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad.
Las personas somos libres; podemos pensar y actuar según nuestros criterios y deseos... dentro de ciertos límites. Así, no puedes salir volando con solo batir los brazos por mucho que lo desees. Por la misma razón, nadie puede forzarte a amar a una persona concreta.  Tiene que salir de ti. Tampoco podemos obligar a que nos amen, pero sí podemos despertar en otras personas el deseo de amarnos: así sucede cuando  somos afectuosos o actuamos con bondad. Cuando amamos a alguien, nos esforzamos por su bienestar.

Y mis alumnos, ¿se han sentido alguna vez libres? ¿Cuándo sienten ellos que están en libertad?

La respuesta es SI, así nos lo han contado:

Carlos nos ha dicho que él se siente libre en el recreo.

Victoria se siente libre cuando juega a lo que quiere en su casa.
Juan Javier tiene un momento de libertad después de comer, juega un poco antes de hacer los deberes.

María se siente libre en el parque.

Ana se siente libre cuando su madre le deja unos minutitos la tablet para ver algunos vídeos de Youtube.

Miguel es libre cuando juega con su hermana.

Nico se siente en libertad cuando juega con su nintendo, es su juego favorito, después del fútbol claro.

Javier al jugar al futbol con su hermana.

Ainara juega con su hermano Diego y se siente en libertad.

Eli nos ha contado que ella es libre en casa de su abuela, ya que le deja jugar por toda la casa.



sábado, 17 de noviembre de 2018

El monstruo de colores

Ayer comenzamos una nueva actividad en el aula: la educación emocional a través de los cuentos. Una actividad que desarrollaremos durante todo el curso y que irá encaminada a acercar a los niños las emociones de una manera lúdica y divertida, a través de los cuentos. Además, también os iré mostrando cuentos interesantes y cargados de valores.

Educar emocionalmente es prestar al alumnado una guía para que aprender a descubrir las emociones, para que aprenda a empatizar con los demás, a descubrir las emociones que experimenta en su día a día, que pueda expresar de forma válida sus sentimientos y emociones, sin dañarse a uno mismo ni a los demás, aprendiendo a quererse y a aceptarse a uno mismo y a los demás. 

En la vida, es fundamental expresar nuestros sentimientos y emociones sin miedo, por ello, identificarlos y conocerlos será primordial.

Los cuentos son un recurso muy valioso lleno de posibilidades para el desarrollo de los niños, ya que éstos ayudan a fortalecer la imaginación, la fantasía, la sensibilidad y, por supuesto, las emociones.

Begoña Ibarrola, psicóloga y escritora, afirma que los cuentos proporcionan una gran ayuda en la educación de las emociones y en la comprensión de nuestro mundo interior, además de adentrarnos en la vida de los demás, observando desde un segundo plano las emociones que sienten y viven los protagonistas, pero desde una distancia de confort y seguridad.

Hemos comenzado con "El monstruo de colores", un libro imprescindible en nuestra "biblioteca de sentimientos".

El entrañable monstruo protagonista de este cuento se ha levantado raro, confuso, aturdido... No sabe muy bien qué le pasa. Se ha hecho un lío con las emociones y, claro, todas juntas, revueltas, no funcionan.
Por suerte, cuenta con una gran amiga que le ayudará a identificarlas y a asociarlas en un color para así poder ordenarlas en botecitos.

¿Os apetece escucharlo? Victoria nos lo narra fenomenal.




Durante los próximos días realizaremos más actividades con este cuento para sacarle el máximo jugo posible. Pronto os mostraré cómo lo hemos trabajado.


sábado, 10 de noviembre de 2018

La generosidad

Terminamos la semana con una nueva sesión del Proyecto Amar. En esta ocasión, mis alumnos han sido capaces de identificar la imagen que representaba la cualidad del amor trabajada hoy: la generosidad.




La generosidad consiste en dar lo que se tiene sin esperar recibir nada a cambio. Lo que nos motiva a dar es que la otra persona se sienta mejor. Su bienestar es el fin en sí mismo: que sacie su hambre por ejemplo, que sonría o se ilusione.

¿Hay que ser ricos para ser generosos?

Pues realmente sí. Ricos en nobleza de espíritu. Y cuando uno ama, ese bien se multiplica. Por eso, una abuela es lo que más se acerca a un hada madrina. Con su magia estira lo que tiene para dárselo a sus sus nietos. Sus galletas, su energía, su tiempo.

Si das porque te sientes presionado, la generosidad se desvanece. Para que disfrutes de dar sin esperar nada a cambio, debes hacerlo con libertad.

¿Han experimentado mis alumnos alguna vez generosidad?

Si, si y muchas veces si. Os cuento:

Varios niños han ofrecido dinero o comida a los pobres que se ponen en los supermercados, concretamente Noa nos ha relatado que una vez fue al Mercadona con su padre y  había un pobre pidiendo en la puerta, le dieron dinero para que se comprara algo para comer.

Jorge sintió que su prima Sara fue muy generosa con él cuando le regaló el juego "Pepe el retrete".

Carlos nos ha dicho que su madre es muy generosa con él cuando cada día le prepara la comida.

Nico hoy ha sido muy generoso en el recreo, le ha dado a Javier unas cuantas pipas y tres a Carlos.

María también ha sido hoy muy afortunada en el recreo. Nos ha contado que se ha sentido muy feliz cuando Eli ha estado repartiendo chuches en el patio.

Victoria dice que sus padres son muy generosos con ella, le compran cosas como ropa, comida... incluso, una vez en Alcázar, su madre le compró una pinypon.

Hemos terminado la sesión con la aportación de Juan Javier. Nos ha contado que el día de su cumple su tío le regaló un coche super chulo, y él fue muy generoso y lo compartió con su primo Alonso.








viernes, 9 de noviembre de 2018

Biblioteca da aula

Hace algunos días comenzamos con el préstamo de libros de nuestra biblioteca de aula. 

El funcionamiento del préstamo de libros consiste en que cada niño se lleva un libro de la biblioteca a casa, y después de leerlo y completar una sencilla ficha sobre el mismo, lo devuelven y se llevan otro.

Para registrar la lectura de los niños, y fomentar así su hábito lector, vamos a utilizar un lectómetro. Nuestro amigo "Cocoleo" será el encargado de llevar la cuenta de los libros que cada niño va leyendo. Al completar el lectómetro, los alumnos conseguirán un diploma de reconocimiento.




Para la devolución de los libros se ha establecido un día específico, los lunes, por lo tanto no hay que leer el libro el mismo día que se lo llevan, deben hacer una lectura comprensiva y con calma, sin prisas.

Este recurso educativo tiene como objetivos inculcar y fomentar en los niños el hábito y el placer de la lectura, así como el aprendizaje y la utilización de las bibliotecas a lo largo de toda  su vida.

Así de contentos han cogido mis alumnos sus primeros libros. ¡Ánimo y disfrutad con vuestra lectura!