lunes, 6 de febrero de 2017

Macedonia de emociones

Y continuamos soñando en nuestra aula.

Pensar en cumplir un deseo nos hace sentir esperanza, ilusión y quizá nerviosismo. Pero solo los sueños que son nuestros de verdad nos producen esa excitante mezcla de emociones. Si lo que sientes es agobio, estrés o miedo..., probablemente estás soñando el sueño de otro.

Hemos leído la historia de Agnes. Desde niña se dedicó a su gran sueño: la música. Con seis años empezó a tocar el piano; con ocho, probó a componer. Luego, le puso voz a personajes de ópera. Cada vez que sale a cantar se encuentra con la alegría.



Agnes Baltsa ha emocionado durante muchos años a miles de personas en teatros de todo el mundo, antes de empezar a cantar le invade la curiosidad intensa de saber si lo va a hacer bien. Con la primera nota, la curiosidad se torna en alegría.

Pero, ¿cómo se sienten mis alumnos al pensar en sus sueños? ¿Qué emociones les invade?

El ejercicio de esta semana consiste en descubrir esas emociones, lo que sentimos cuando pensamos en un sueño,  e incluso cuando lo alcanzamos. Antes de esto, es necesario conocer el sueño de mis alumnos, pero esta vez, no será un sueño futuro. Hemos marcado un plazo, una fecha en el calendario, el domingo 12 de febrero. Así, podrán observar las emociones que van sintiendo durante todos estos días.

Cada noche y hasta el domingo, deberán leer su sueño tranquilamente, después lo guardarán debajo de su almohada y apuntarán en un papel cómo se sienten en ese momento.

La semana pasada determinamos cuáles son los sueños que mis alumnos quieren conseguir en este periodo de tiempo. Hoy los hemos vuelto a recordar porque precisamente hoy comienza su lucha por alcanzarlos. Tienen siete días para ello, ¿lo lograrán? 

Estos son sus sueños:

Alicia quiere dar masajes, muchos masajes, a sus padres a su hermano, a sus abuelos...

Beltrán P. sueña con poder ir con su madre una tarde a la fábrica.

Sara quiere descargarse un juego.

Sergio sueña con ser campeón de futbolín.

David G. sueña con que le cambien de sitio.

Juan F. quiere conseguir todos los tesoros de su juego Pikmin 2.

Alma quiere tener un perro para que tenga bebés con su perrita.

Carolina quiere conseguir ir a la piscina.

Marta sueña con conseguir un perro.

Adrián espera poder hacer el pino bien.

Miguel ser el número uno de los videojuegos.

Álvaro quiere conseguir una camiseta del R.Madrid.

Beltrán L. tocar la trompa.

Jonatan pasarse todos los videojuegos que tiene.

Alba sacar un 10 en el control de CCNN.

Irene patinar sobre hielo.

Lucas espera tener un videojuego nuevo.

Vega desea tocar la flauta.

Diego espera que en el partido del domingo no les metan ningún gol para seguir los primeros en la liga.

David P. quiere conseguir un reproductor de vídeos.

Laura quiere tener dinero.

Lidia desea conseguir una funda nueva para su móvil.

Cristina espera que le regalen un samsung J7.

Silvia quiere hace runa tarta con su hermana y mi madre.

Paula desea ir a Madrid.

Manuel quiere conseguir el álbum Yokai watch.

Mario desea la medalla de Yokai legendario con su juguete electrónico de jibanyan.

Algunos de sus sueños son muy fáciles de conseguir, incluso alguno de ellos ya ha conseguido el suyo. Pero lo importante, además de identificar las emociones que sienten cuando piensan en su sueño, es que han sido capaces de plantearse un sueño real y ajustado al plazo que hemos puesto para poder conseguirlo.

Así que ya sabéis, a luchar por vuestros sueños, a ver cuántos lo conseguís y qué emociones sentís en su proceso.

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