viernes, 3 de noviembre de 2017

Este es mi libro

Hoy hemos comenzado un nuevo proyecto: "Este es mi libro". Este proyecto consiste en enseñar al resto de la clase un libro que nos encante, aquel que nos haya marcado, que sea especial para nosotros, nuestro libro del momento... Aquel libro que da igual las veces que lo leamos, siempre nos vuelve a sorprender. Aquel libro que nos haya tocado el alma. Aquel que haya modificado algo en nuestro comportamiento. Aquel que marcó un antes y un después...



La dinámica para llevar a cabo este proyecto es muy sencilla. Cada semana dos niños realizarán la exposición de su libro. Deberán explicarnos por qué han elegido ese libro y leerlo a sus compañeros. Si el libro es muy largo, únicamente leerán un fragmento del mismo, que deberán haberlo seleccionado previamente en casa. Además, deberán traer un dibujo de la portada del libro que han elegido.



Hoy he comenzado yo enseñando a mis alumnos mi libro. He elegido "Vacío" de Anna Llenas, y el motivo de su elección es porque me ha ofrecido las herramientas que necesitaba en el momento adecuado. Porque hay pérdidas que no se entienden, desapariciones que no tienen sentido, que dejan dudas, tristeza, silencio, miedo... pero, sobre todo, un enorme vacío. Y que el tiempo, aunque siga pasando, no logra cerrarlo del todo.

Este libro habla sobre la resiliencia, sobre la capacidad de sobreponerse a las adversidades. Este libro nos dota de las herramientas necesarias para respirar profundamente, coger un buen impulso y seguir viviendo la vida con la mejor de las sonrisas, porque, al fin y al cabo, la vida es para vivirla y, sobre todo, para disfrutarla.

Y como dice Leiva en una de sus canciones, no estamos solos, siempre hay alguien a nuestro lado capaz de sujetarnos con fuerza y decirnos “mira hacia el cielo, baja la guardia, que pase la tormenta. Que no estás sólo, que estás de espaldas y no te das ni cuenta”.

Aunque he leído el libro en clase, en este vídeo se hace una introducción fantástica.




Y ya que lo he traído al aula, hemos realizado varias dinámicas que nos han ayudado a entender este sentimiento, muy natural, muy humana. Un sentimiento que no es sólo de adultos, porque los niños también tienen pérdidas importantes en sus vidas, viven y sienten esa sensación de vacío intensamente (cambio de ciudad, cambio de escuela, muerte de un familiar…), y nos corresponde a los adultos enseñarles a superarlas, a buscar una solución que les ayude a no tener miedo a esos vacíos.

Mis alumnos, después de pensar un rato, han identificado su vacío, y lo han dibujado. 





Después, uno a uno han ido contando cual es su vacío, lo han recordado con mucho cariño y nos han contado algunas cosas preciosas.

Han sido diversos los vacíos que sienten mis alumnos, un abuelo fallecido, unos padres separados, una mascota perdida...









Después hemos buscado tapones, tapones bueno y aparentemente no tan buenos. En equipo han elegido el mejor de los botones y con él han tapado el vacío de Julia, la niña protagonista del cuento.








Han finalizado las actividades creando y coloreando su propio mandala.








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