Antes de disfrutar del súper puente del mes de mayo, hemos vuelto ha trabajar otra emoción en el aula.
Aunque mis alumnos han descrito muy bien la imagen de la emoción (se trata de unos pajarillos que revolotean alrededor de una cometa de colores muy vivos con forma de pájaro) les ha costado adivinarla, una vez más hemos recurrido a los alumnos que poseen el Emocionario.
Tras varios intentos fallidos, ha sido Sergio el que nos la ha desvelado: "el entusiamo".
El Emocionario nos indica que el entusiasmo es el despertar de un dios que tenemos dentro. Cuando nos dejamos llevar por él, nos sentimos todopoderosos, capaces de cualquier cosa.
¿Cómo suena el entusiasmo?
El entusiasmo suena como una música porque tu corazón late a un ritmo especial. Intenta oír la canción tu cuerpo. Su ritmo empieza en tu corazón, va cobrando fuerza poco a poco, te sube por los brazos, te baja por las piernas... Es una energía que nace de tu interior y te impulsa a actuar.
Mario nos ha contado que ayer durante el partido de baloncesto estaba entusiasmado, y más aún cuando su equipo ganó.
Lidia dibujó muy entusiasmada el dibujo para el concurso del ratoncito Pérez.
Alba también se entusiasmó cuando ganó el concurso de Christmas de Navidad.
Vega se entusiasma cada vez que va con su padre a dar un paseo en bici.
Jonatan cada vez que corre con la bici con su padre se entusiasma, dice que siempre gana a su padre.
David G. nos ha contado que el se entusiasmo el año pasado, cuando iban a la clase azul (cinco años) e hicieron una carrera y se quedó el segundo.
Laura se entusiasmó un montón el día que se fue con los patines al parque.
Adrián sintó entusiasmo cuando su equipo de futbol ganó el torneo de MªRosa.
Carolina se entusiasmó cuando fue con su padre al poli en bici.
Sara nos ha contado que ella sintió entusiasmo ayer en música, terminó la primera en hacer la ficha de la nota do, no tuvo ningún fallo y además fue una de las encargadas del día.
Lucas se entusiasmo cuando llegó a su casa y pudo irse a la cama, tenía muchísimo sueño, estaba muy cansado.
Álvaro se entusiasma cada vez que se va a correr con su hermano y con su madre, y eso que siempre gana Óscar.
Beltran P. se entusiasma cada vez que se va de paseo con su padre.
Miguel se entusiasmó una vez que fue de paseo andando al polo.
Juan F. sintió entusiasmo el día que fuimos de excursión a Faunia.
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