Hoy hemos puesto la cuarta vela de Adviento, también hemos encontrado otro trozo de estrella, pero aún nos ha quedado incompleta. Por ello, sabemos que algo grande está por llegar, que no solo completaremos la estrella, sino que también nuestros corazones, nuestra vida. Así que seguiremos nuestra búsqueda.
El fragmento de estrella de hoy también tenía un mensaje: Comparte con alegría.
Lc.1, 39 ss: Por aquellos días, María se dirigió de prisa a un pueblo de la región montañosa de Judea, y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura se movió en su vientre, y ella quedó llena del Espíritu Santo. Entonces, con voz muy fuerte dijo Isabel:
- ¡Dios te ha bendecido más que a todas las mujeres, y ha bendecido a tu hijo! ¿Quién soy yo para que venga a visitarme la madre de mi Señor? Tan pronto como he oído tu saludo, mi hijo se ha movido de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor te ha dicho!
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