Hoy hemos trabajado una nueva cualidad del amor, una cualidad que no deberíamos dejar de practicar, porque con ella, la vida se ve de forma diferente. Se trata del buen humor.
¿Os apetece conocer el origen etimológico de la palabra?
Es realmente curioso. Humor proviene del latín, su término hace referencia a un líquido o humedad, y también procede de otro vocablo griego porque también en la Antigua Grecia se consideraba que el cuerpo del ser humano estaba formado por cuatro humores (sangre, bilis amarilla, bilis negra y agua).
De esta relación se establecía que cuando alguien estaba de buen humor significaba que se encontraba en un perfecto estado de salud.
Podríamos definir el buen humor como la tendencia a conducirnos con alegría y buena disposición, y nace de una sensación de bienestar anímico.
Aunque quizá pueda parecer algo si09ñ----ññññññññn importancia, en realidad no lo es, mantener el buen humor es primordial, ya que constituye una práctica vital para nuestra existencia.
Y por suerte, si algún día nos levantamos y no nos sentimos con buen humor, podemos despertarlo... ¿sabéis cómo? Pues muy fácil, empezando el día con nuestra canción favorita por ejemplo, desayunando nuestro plato favorito...
¿El buen humor puede ser contagioso?
Sí, aunque no siempre afecta a los demás con la misma intensidad. Puede provocar desde leves sonrisas hasta un afortunado cambio de actitud que se prolonga durante todo el día. No obstante, incluso las personas que nos aman, en momentos aislados, pueden ser inmunes a nuestro buen humor.
Lo mejor de toda la sesión ha sido cuando mis niños han ido contando sus experiencias con el buen humor.
Jorge nos ha contado que él cuando está de buen humor se pasa el día dando abracitos a todo el mundo.
A Leire le ocurre algo parecido, le encanta dar besitos a su hermana cuando siente alegría en su interior.
Victoria se pone de buen humor cuando ve a sus papás, le encanta que su madre vaya a recogerla después de trabajar a casa de su abuela y que su padre llegue del trabajo.
José Manuel disfruta muchísimo cuidando a sus hermanitas Teresa y Gema.
Ainara se pone de buen humor cuando va a ver a su abuelo Marcelino a la residencia. Él también se pone muy contento cuando la ve.
Víctor disfruta muchísimo con su abuelo Paco cuando van a jugar al futbol.
Javier tiene muy buen humor cuando su padre vuelve de Huesca. Le encanta darle muchos besos.
Alejandro se pone de buen humor cuando su mamá le da besos y abrazos.
Ana se pone de buen humor cuando su madre le deja la tablet para ver vídeos de Youtube.
Miguel tiene muy buen humor cuando ayuda a los demás.
Eli cada vez que patina se pone de muy buen humor.
Carlos cada vez que se ducha tiene muy buen humor, también cuando patina.
Noa se pone de buen humor cuando ve a su perro, él también se pone muy contento cuando la ve.
Nico nos ha dicho que él siempre está de buen humor y le gusta que los demás también lo están, nos ha dicho "me encanta hacer tonterías para que los demás se rían".
Aritz cuando está de buen humor da muchos besos a su papá.
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